¡Memoria!
Nuestra historia tiene muchos hechos gloriosos de los que, como argentinos, nos llenamos de orgullo. Sin embargo tenemos hechos de los que nos apenamos, y por eso justamente, debemos mantenerlos vivos en nuestra memoria para no permitir que se repitan. De lo que estamos hablando hoy es del 24 de marzo de 1976, fecha en la que se produjo un golpe de estado que se llevó muchas vidas y del 2 de abril de 1982, fecha en la que iniciamos la guerra contra Inglaterra por la soberanía de nuestras Islas Malvinas.
La memoria nos permite recordar que queremos un país democrático en donde nuestros derechos estén presentes. Recordemos siempre que la memoria nos ayuda a iluminar el presente y a generar el futuro en la vida de los pueblos y en la propia.
La historia es memoria de la vida de los pueblos que se va construyendo en el tiempo, entre luces y sombras, entre dolor y resistencias.
Sin duda, estas dos etapas de nuestro país merecen ser analizadas, estudiadas y comprendidas para que no vuelvan a suceder.
Probablemente cada uno de nosotros tenga razones para tomar partido en una situación tan dolorosa del pasado, pero las heridas no tienen que servir para eso, sino que deben convocarnos a la obligación de hacernos cada vez más sólidos en los valores que queremos vivir.
Hoy 37 años después de la Guerra de Malvinas, sus familiares pudieron viajar hasta allí colocando una placa en su tumba, ya que los cuerpos fueron recién identificados desde hace 3 años.
Miremos con optimismo el futuro, transmitiendo el “nunca más al golpe y al terrorismo de Estado”, “nunca más a las guerras”, “verdad”, “memoria”, “justicia”, “paz”… conozcamos nuestra historia con el fin de no cometer los mismos errores que en el pasado; que la conmemoración de hoy no sea sólo un protocolo de silencio, sino y en primer lugar, para que cada uno de nosotros asumamos el compromiso de mantener viva la memoria.
Comentarios
Publicar un comentario